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This project interrogates the intersections of Jewish, Islamic, and Christian iconography manifested through ritual objects, decorative patterns, traditional jewelry, clothing, and symbols of the earth. Grounded in anthropological theory and semiotic analysis, it examines how symbols function as dynamic agents in the construction and negotiation of cultural identity.

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Concurrently, the project envisions a merged reality for these symbols by reconfiguring them within an experimental aesthetic space defined by delirant positivity and a longing for coexistence. Employing a technique marked by vivid color and high saturation, I render these icons in an otherworldly, surreal manner—yielding a depiction that  is deliberately unreal. This approach challenges conventional semiotic roles while exploring transformative aesthetic possibilities. This contributes to broader anthropological debates on identity formation, ritual practices, and the politics of cultural heritage, demonstrating art’s capacity to mediate and reimagine cultural connectivity in an increasingly globalized world.

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Este proyecto interroga las intersecciones de la iconografía judía, islámica y cristiana manifestadas a través de objetos rituales, patrones decorativos, joyas tradicionales, vestimenta y símbolos de la tierra. Basado en la teoría antropológica y el análisis semiótico, examina cómo los símbolos funcionan como agentes dinámicos en la construcción y negociación de la identidad cultural.

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Al mismo tiempo, el proyecto imagina una realidad fusionada para estos símbolos al reconfigurarlos dentro de un espacio estético experimental definido por la positividad delirante y un anhelo de coexistencia. Empleando una técnica marcada por colores vivos y alta saturación, represento estos íconos de una manera sobrenatural y surrealista, produciendo una representación que es deliberadamente irreal. Este enfoque desafía los roles semióticos convencionales al tiempo que explora posibilidades estéticas transformadoras. Esto contribuye a debates antropológicos más amplios sobre la formación de la identidad, las prácticas rituales y la política del patrimonio cultural, demostrando la capacidad del arte para mediar y reimaginar la conectividad cultural en un mundo cada vez más globalizado.